Hay varias áreas distintivas dentro de la isla de Mallorca; Levante, Migjorn, Pla, Raiguer, Palma y Tramuntana. Aunque Mallorca es una isla relativamente pequeña, cada región es única entre sí, ya sea por el clima, el suelo, la orientación, etc. Encontrará viñedos y bodegas en casi todas estas áreas. Sin embargo, cuando se trata de terrenos difíciles pero de paisajes asombrosamente hermosos y dramáticos, la Sierra de Tramuntana es definitivamente la ganadora.
Se trata de una cadena montañosa que se sumerge directamente en el mar en el norte de la isla, y tiene una fuerte influencia climática en el sur, brindando refugio, brisa fresca, agua y otros nutrientes al resto de la isla.
La vinificación siempre ha sido un desafío en el norte. Las terrazas en las localidades de Banyalbufar y Estellencs son un gran ejemplo de cómo los viticultores son capaces de adaptar sus métodos y técnicas de cultivo a prácticamente cualquier paisaje. Las terrazas aquí son muy pequeñas y solo se pueden trabajar a mano, lo que hace que el vino sea más caro pero también un poco más único. También se encuentra un tipo específico de Malvasía autóctona.
Hacia el sur, abundan los viñedos con sus viñas plantadas cerca de la sierra, para beneficiarse de las condiciones más frescas y refrescar las calurosas noches de verano mallorquín. Algunas de las bodegas que se encuentran a lo largo de esta sierra elaboran vinos preciosos que tienen un carácter diferente a los que se encuentran en las regiones más reconocidas de Mallorca. Una de estas bodegas es Bodegas Son Puig.
Bodegas Son Puig se encuentra cerca del encantador pueblo de Puigpunyent, a solo 20 minutos en coche de Palma. Son Puig es una finca tradicional que, entre otras cosas, tiene olivos, vides, aguacates y un famoso huerto de cerezos. ¡Algunos dicen que las mejores cerezas de la isla vienen de aquí! La finca tiene varios edificios y los registros más antiguos muestran que muchos de estos edificios ya existían en 1597. Aún más asombroso es el hecho de que aquí también se producía vino en ese momento.
El edificio principal fue construido en el estilo típico mallorquín, con un espacio para establos, un gran patio central y hermosos jardines amurallados. La familia Alabern todavía vive en la finca y ha hecho un buen uso de su gran espacio. Recientemente, se construyó una nueva bodega, con la última maquinaria enológica y equipamiento tecnológico.
Los vinos que se producen aquí se elaboran con uvas autóctonas e internacionales, a veces mezcladas, lo que les da una ventaja diversa. Todas las uvas proceden de su finca, y cada año se utiliza el mismo equipo para recoger las uvas cuando están en su punto óptimo. Las uvas son recolectadas a mano y tratadas con el máximo respeto y cuidado. Isabel es la enóloga de Son Puig, pero Raimundo, su encantador padre, también vigila cada paso del proceso. Este dúo es una fórmula ganadora ya que combinan toda su experiencia con nuevas ideas y técnicas.
La gama de vinos de Son Puig incluye 3 blancos, 1 rosado y 3 tintos, y en ocasiones (si la vendimia lo permite) también sacan vinos de edición especial. Si tuviera que elegir mis favoritos, me inclinaría por el blanco Prensal, el Estiu y el Son Puig 2016. El Prensal muestra el potencial real de esta uva autóctona. Normalmente se considera una uva poco interesante, pero Isabel hace que este vino brille y es uno de los mejores vinos monovarietales de Prensal que he probado en mi vida. Con el vino tinto Estiu, la mezcla cambia cada año, pero la premisa principal es tener un vino tinto de cuerpo medio que sea perfecto para el clima y maride bien con la mayoría de la comida mediterránea. Es un vino que se puede apreciar durante los meses de invierno, pero también es un gran vino para disfrutar, ligeramente frío, durante el verano. El tinto Son Puig 2016 tiene un perfil más serio. Este vino pasa entre 10 y 14 meses en barrica de roble americano y francés, lo que le confiere carácter, cuerpo y estructura. La mezcla de uvas utilizadas (Cabernet Sauvignon, Merlot, Callet y Tempranillo) aportan los clásicos sabores de frutos rojos y aromas herbáceos del Mediterráneo.
Son Puig tiene que ver con la agricultura sostenible, la vida sencilla, el negocio familiar, el trabajo duro y el buen vino. ¿Qué más necesita uno?